Si has llegado hasta aquí, tú y yo nos parecemos bastante.
Cuando tenía 18 pensé que estaba embarazada, mi barriga estaba tan hichada después de desayunar que nadie se podía creer que no estaba de 7 meses. Sólo era la lactosa y mi recién estrenada intolerancia. El resto, te lo imaginas, me fui despidiendo poco a poco de mis alimentos favoritos. Me adapté a la nueva dieta pero nunca me sentí totalmente bien. Mi vida cambió cuando me dijeron que tenía que decir adiós al gluten. Y por eso estoy aquí contándote que no eres la única persona a la que le retiran la lactosa y el gluten, son más los que son sólo celíacos o sólo intolerantes a la lactosa, pero nosotros somos más guapos.